Conocemos tu trabajo y dedicación y lo complejo que puede ser organizar una rutina que resulte eficiente, para trabajar de tu casa, porque estamos en la afiliación y conocemos el esfuerzo que nuestros afiliados hacen. Por eso queremos compartir contigo algunas consideraciones que, si las aplicas correctamente, te servirán mucho. ¿Quieres saber cómo aumentar la productividad?
¿Qué tener en cuenta sobre cómo aumentar tu productividad?
Cuando pasas a trabajar como afiliado, también pasas a realizar tus principales tareas en tu casa. Esa es una excelente novedad, si consideramos todos los aspectos negativos o cansadores, como mínimo, de un trabajo tradicional que te evitas. Pero no podemos quedarnos únicamente con eso, es decir, con los beneficios de ser freelance, confundiendo ideas o pensando que todo será increíble, relajado y sin preocupaciones. Hay varias consideraciones que debes llevar a cabo, para evitar que las distracciones, la desmotivación o la falta de organización terminen relegando todas las ventajas de la más actual y frecuente modalidad de trabajo a un segundo plano.
Claro que hay aspectos puramente técnicos o referentes a tu área de actividad que no puedes olvidar. Pero hoy queremos enfocarnos en otro tipo de consejos que te serán útiles y logres encajar todas las piezas, para darle la forma más adecuada posible a esa aventura de tener un home office.
5 aspectos que determinarán tu eficiencia en un home office
Hay ciertas características a las que normalmente no prestamos mucha atención, cuando nuestro trabajo es fuera de casa y, principalmente, si no dependen de nosotros. Pero cuando tomamos la decisión de montar un home office, es imprescindible que les dediquemos tiempo. ¿Quieres saber cuáles son los cinco aspectos que determinarán tu eficiencia y productividad?
1- Establece tu rutina
Hasta puede parecerte lógico, pero no siempre es tan así. Si hay algo de montar un home office que, claramente, seduce bastante es el hecho de no tener horarios o de poder trabajar la cantidad de horas que se desee. Pero eso tiene sus ventajas y sus desventajas, porque es necesario tener un orden determinado, para realizar las tareas, y establecer horarios, sin terminar destinando más tiempo ni dando vueltas con lo mismo un día entero.
La mayor ventaja es que puedes dividir tu día de la manera que sea más cómoda y adecuada para ti, para poder aprovechar los momentos de más inspiración para trabajar y los de más cansancio para dejar de hacerlo. Un buen consejo es que, al principio, pruebes cuáles son tus horarios más productivos y así organizar tu trabajo de acuerdo con ellos.
2- Aprende a priorizar tareas
Trabajes en lo que trabajes, y en la modalidad que sea, una muy buena habilidad es ser organizado con las tareas. Pero para trabajar de tu casa, es mejor aún. Tienes que recordar que tú mismo harás el listado de tareas, por lo que, la prioridad y la planificación se vuelven imprescindibles. Tienes que identificar la importancia y el grado de urgencia de cada cosa, para no caer en el error de distribuirlas mal.
3- Destina un lugar específico para trabajar
Uno de los beneficios que más motiva para trabajar en la casa es esa idea de estar más cómodo, pasando unas horas en el sofá y otras en la cama, tomando café e incluso mirando TV. ¿Pero será que realmente funciona así? El mejor consejo que podemos darte es que no adoptes la costumbre de transformar tu día de trabajo prácticamente en un día de descanso, y hay varios motivos para ello. En primer lugar, porque es necesario que marques, de alguna manera, una diferencia entre lo que haces por trabajo y lo que haces fuera de él, porque tienes que entender que el trabajo no puede ocupar toda tu vida, ni tu vida personal pasar a convivir de lleno con la profesional. Otra explicación para no confundir trabajo con vida personal es que tienes que mantener momentos únicamente de descanso y no dejar de disfrutarlos como tal.
Para lograr eso, sin duda, una de tus prioridades tiene que ser pensar en un lugar determinado de la casa, exclusivamente para trabajar. Por supuesto que puedes cambiar de ambiente, en algunos momentos, para no pasar todo el día dentro de las mismas cuatro paredes, pero eso no significa convertir todos los rincones de la casa en una oficina. Utiliza un único lugar solamente para trabajar, coloca un escritorio y ventila el espacio. En otras palabras, construye tu oficina en tu propia casa.
4- Conversa con otras personas
Trabajar en tu casa es uno de los trabajos más solitarios. Te quedas solo en tu casa, en un ambiente exclusivo para ti y pierdes el hábito de salir, de trabajar con más personas en el mismo lugar y de conversar con ellas. Esta modalidad de trabajo tiene muchas ventajas, pero también es necesario que seas cuidadoso para no aislarte por completo, ya que eso puede perjudicar tu capacidad de trabajar en equipo, de compartir momentos diferentes y de respirar otro aire distinto de lo netamente profesional. Así, para no llegar incluso a bajar tu productividad, es muy bueno que te mantengas en contacto con otras personas.
5- Divide tu jornada en partes relativamente cortas
Quizás, para algunas personas, sea útil trabajar muchas horas seguidas y después cortar, para retomar sus tareas al día siguiente. Pero también es una buena sugerencia que cortes varias veces, es decir, completar tu jornada en bloques. Eso puede llevar a que cada período sea más productivo, por haber logrado una mayor concentración en cada uno. Pero no solo eso, al cortar cada cierta cantidad de horas, puedes aprovechar esos momentos de ocio para hacer algo que te guste, divertirte con algún método de entretenimiento o incluso aprovechar para dormir un poco.
¿Qué te parecieron estas sugerencias? Si todavía no trabajas como afiliado, considéralas y aplícalas desde el comienzo. Pero en el caso de que ya tengas tu home office, toma en cuenta estos aspectos para saber cómo aumentar la productividad.
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