Como sabemos, el trabajo de un afiliado trae muchas ventajas y beneficios a quien se dedique a eso. Cuando una persona comienza a pensar en esta profesión como una manera de obtener un ingreso para vivir, muchas dudas e incertezas surgen también. Por lo que, la búsqueda de información se vuelve incansable, pero es es bueno recordar que no todas las informaciones son buenas o de confianza.
No debemos olvidar que, muchas veces, hay datos incorrectos o que, por falta de experiencia y verificación, terminan siendo poco reales. Como queremos que estés bien informado y sepas qué informaciones debes excluir, te traemos aquí los 10 mayores mitos de ser un afiliado, que se escuchan todos los día. Veamos cuáles son:
1- “Puedo trabajar poco”: sin dudas, el mayor mito de todos. Ser afiliado no significa trabajar poco, significa trabajar en condiciones más confortables, pero es necesario mucha disciplina y dedicación. Puedes darte el lujo de quedarte un día sin trabajar para resolver asuntos personales o descansar, ver a tus amigos con más frecuencia o hacer un viaje a mitad de semana, pero tendrás que trabajar bastante y enfocado los otros días. Es necesario entender que, si no cumples un horario determinado por otra persona y tus ingresos mensuales dependen únicamente de tu esfuerzo personal, necesitas tener más enfoque que nunca. Porque la recompensa vendrá, únicamente, en consecuencia y proporción al trabajo que hayas hecho, del esfuerzo que hayas puesto en eso y de la dedicación que hayas demostrado.
2- “Voy a ganar dinero rápidamente”: las comisiones no son un salario; no alcanza con presentarte al trabajo para tener tu pago a los 30 días. Las comisiones son el resultado del trabajo, y tratándose de un trabajo con las características de la afiliación, necesitas tener paciencia. Es posible que, los primeros meses, ganes poco o nada, pero son momentos importantísimos para que te apropies de las herramientas necesarias, conozcas tu público y entiendas las posibilidades del producto que vas a vender. Por eso es importante, si piensas dejar tu trabajo e invertir todo en la carrera de afiliado, que tengas algún ahorro para los primeros meses, lo que hará que no te impacientes con el proceso natural de este tipo de actividad. Además, como hablábamos anteriormente, una comisión no puede considerarse como un salario, ya que no es fija. Esto quiere decir que un mes puedes recibir un determinado valor y, al mes siguiente, otro bien diferente. Lo que te obligará a tener una buena administración del dinero ganado.
3- “Puedo vender cualquier cosa”: ¿qué haces cuando abres una página web que está completamente llena de anuncios? ¿Miras anuncio por anuncio? ¿Haces clic en los banners? Seguramente tu respuesta es “no”, pues es eso lo que hace la mayoría de las personas que navegan por Internet, todos los días. Ese es uno de los grandes mitos: llenar tu página web de anuncios de todo tipo, creyendo que eso te dará buenos resultados. Necesitas conocer a tu público, dialogar más con él y vender los productos más indicados, en base a los datos que hayas recabado en la intensa búsqueda de informaciones. A partir de ese trabajo, podrás crear más textos sobre los productos, emitir opiniones personalizadas y creativas y, lo más importante, vender solo aquello que encaje perfectamente con el perfil del cliente.
4- “No necesito invertir en nada”: ¿ya pensaste en usar tráfico pago? ¿y en crear un anuncio en Facebook? Todo eso requiere inversión y puede impulsar tu trabajo para que resulte sustentable. Es verdad que una de las ventajas de los programas de afiliados es que puedes comenzar el trabajo con una inversión relativamente baja. Sin embargo, para crecer y aumentar la cantidad de usuarios que prefieran tu oferta, será necesaria una inversión mayor. Pues llegará un momento que, para evolucionar, será imprescindible la compra de más herramientas de trabajo. Por lo tanto, considera seriamente pagar para tener algunos recursos interesantes de ventas; es una inversión con retorno asegurado.
5- “No necesito evaluar mis resultados”: un buen afiliado crea sus propias metas y evalúa sus resultados, de esta forma, todo el tiempo está abierto a agregar nuevas herramientas y modificar la forma de divulgar. La forma más fácil y rápida de evaluar resultados es a través de tus ventas; si no estás vendiendo nada, algo tiene que estar mal. Pero no todo es tan simple, por ejemplo: si hace poco tiempo que empezaste esta aventura o si estás evaluando justamente un período en el que se vende poco en general, necesitas considerar tus ventas en un contexto particular. Entre otras herramientas, están el tráfico que consigas en tu página, los números de apertura de e-mails marketing o de clics en tus links. Utiliza todas las herramientas para evaluar tu trabajo y lograr que sea más efectivo. La evaluación de los resultados es realmente importante, porque es la mejor manera de saber cómo está siendo el trabajo, qué se debe mejorar, qué cosas se pueden mantener y qué cosas se deben dejar por completo. Partiendo de ahí, deberás determinar las estrategias y los planes a seguir.
6- “Ya promocioné una vez, no necesito insistir”: uno de los grandes secretos del éxito de un afiliado es la constancia y actualización permanentes. Si tienes un canal de YouTube, tendrás que publicar videos regularmente; si tienes un sitio web, blog o redes sociales, tendrás que generar contenido constantemente y estar siempre atento a los banners y links de promociones divulgados. Es un compromiso que tendrás con tu nueva profesión; por más que, en algún momento, no veas resultados inmediatos, tendrás que insistir, sin quedarte atrás.
7- “No necesito conocer lo que estoy vendiendo”: serás mucho más efectivo, si conoces bien lo que estás vendiendo, haciendo que sea posible emitir una opinión personal del producto. Además del conocimiento propiamente dicho, algo que sirve mucho es que el afiliado cuente su experiencia personal con el producto, dándoles una opinión diferenciada a los usuarios, mucho más personalizada que si fuera una guía de uso. Haz clic aquí y conoce los detalles del producto a divulgar.
8- “No necesito saber a quién le estoy vendiendo”: el trabajo de un afiliado no puede realizarse sin previo conocimiento detallado del público objetivo. Porque, si alguien hace toda la promoción de un producto, generando el contenido necesario para eso y creando las estrategias, pero sin pensar en el público meta, puede estar haciendo un esfuerzo enorme que no le traerá ninguna recompensa después. Debido a no estar llegando a las personas correspondientes.
9- “No es necesario ser creativo”: por más que el producto o servicio que vayas a vender no sea tuyo y, por lo tanto, no necesites usar tu creatividad para elaborarlo, será importantísimo que apliques creatividad para lograr el cierre de venta. La forma en que presentes el producto será tan determinante como la calidad del producto en sí, por lo tanto, sé ingenioso. comienza buscando formas creativas de ventas e intenta adaptarlas a tu mercado.
10- “No preciso estudiar nada”: ¿sabes algo de SEO? ¿Redacción creativa? ¿Copywriting? Si tu respuesta es “no”, es importante saber que conocer esas herramientas es la base fundamental para tu nuevo trabajo. Entonces, considera seriamente hacer cursos online o presenciales, inscribirte en newsletters de agencias de Marketing digital y leer muchos artículos de personas que están en el mismo camino que tú. Trabajar como afiliado de una marca requiere conocimientos fundamentales para saber por dónde llevar la estrategia, cómo elaborar los planes, qué herramientas de marketing funcionan para qué situaciones específicas y cómo medir los resultados. Quiere decir que es relevante que comiences a profesionalizarte en el área para atraer nuevos clientes y aumentar tus ganancias, cada día.
¿Ya conoces cuáles son las herramientas básicas y principales para iniciar un trabajo de afiliados? ¿Quieres saber más sobre cómo utilizar las diferentes alternativas de marketing online? Te invitamos a leer nuestros posts y enterarte así de todas las novedades de esta profesión.