Hoy vamos a intentar entender cuál fue el proceso de evolución por el que ha venido pasando la afiliación, con el paso del tiempo. Bueno, hablamos de paso de tiempo, pero, en realidad, desde la creación del primer programa de afiliados, en 1996, hasta el día de hoy, no es un período extenso. Sin embargo, en esos años, ocurrieron muchos cambios que le fueron dando forma a lo que hoy conocemos como una verdadera profesión.
El proceso de evolución
Si pudiéramos volver en el tiempo, observaríamos que el hecho de no tener una formación determinada, como antes se pensaba, es un verdadero mito. Hoy sabemos que hay muchos conceptos y herramientas, por lo que entender ciertas áreas y tener experiencia en ellas se vuelve imprescindible para lograr resultados exitosos.
El mundo online fue creciendo y su cobertura aumentó mucho, tal vez, más de lo que se imaginaba. Hubo una secuencia de acontecimientos, en la que una cosa fue llevando a otra. Con el crecimiento de las redes sociales, aumentó la cantidad de personas que se adhirieron a ellas, dejando de lado antiguos métodos de comunicación e información. Así, las empresas fueron observando que era necesario cambiar el método de promoción de sus productos y servicios, para otros con mayor alcance. ¿Pero cómo?
La respuesta era obvia. Las ofertas tenían que estar presentes en los lugares más visitados por las personas, para lograr más visualización. ¿Y cuál era el lugar perfecto? ¡Correcto! Redes sociales, páginas web, blogs y canales de video. ¿Pero cómo harían las empresas para marcar presencia en todos esos lugares? ¿Cómo dominar y controlar lo que iba pasando en el mundo online, al mismo tiempo de encargarse del negocio principal? Tenía que haber alguien que se encargara de promocionar el producto en los medios masivos para no perder clientes y, principalmente, traer nuevos. En un principio, no había afiliados, tal como los conocemos hoy, pero sí personas con determinadas características; las principales, que les gustara todo lo referente a Internet y que fueran creativas.
De la afición a la profesionalización
En aquellos tiempos, la afiliación era simplemente una actividad llevada a cabo por personas a las que les gustaba el mundo online y buscaban hacer algún dinero extra en él. O sea, aficionados haciendo algo que les gustaba para recibir una recompensa a cambio.
Con la evolución y la complejidad de los sistemas y plataformas, fue necesario formación, y no poca, para dominar la materia. A tal punto que hoy existen conferencias y cursos específicos para afiliados. Entonces ¿será que nos podemos dedicar a esto sin estar capacitados? Realmente es difícil ser exitoso, sin dominar ciertos conceptos y herramientas. Pero nada que no se pueda aprender con facilidad. ¿Has oído hablar de redes sociales, Marketing digital y Copywriting, entre otros? Estos, y muchos más, son imprescindibles para que puedas dedicarte a esta profesión.
El afiliado será el principal responsable por las comisiones que reciba, por eso es importante que adquiera herramientas y técnicas seguras y eficientes que le garanticen un trabajo de calidad. Con eso no queremos decir que sea difícil ser un afiliado, todo lo contrario, es una profesión al alcance de todos. Lo que significa es que los afiliados tienen que pensar en capacitarse, estudiar, buscar información, probar qué técnicas y herramientas funcionan mejor y adquirir conocimientos de Marketing, especialmente digital. Es decir, no conformarse con un conocimiento básico, creyendo que el mínimo esfuerzo es suficiente para alcanzar una cantidad interesante de clientes.
Otra parte interesante de ese proceso de profesionalización es la importancia social que fueron ganando las profesiones referentes al mundo digital y online. Como cada vez es mayor la cantidad de trabajo que hay en este ámbito y las formaciones se han diversificado mucho, los afiliados están obteniendo mucho prestigio, porque hoy todos entienden su función.
¿Cómo ser un gran afiliado?
Seguramente, ya hayas notado que ser afiliado es la profesión del momento y del futuro. Pero ¿cómo ser un afiliado exitoso? Hay unas cuantas pautas que puedes considerar para hacer un buen trabajo, que traiga como resultado el aumento de tus ganancias y de la marca. Entre ellas, hay algunas que son muy relevantes y que ningún afiliado debería olvidar.
A continuación, te dejamos algunas sugerencias:
1- aprende todo lo que puedas sobre plataformas, redes, blogs y técnicas de promoción.
2- Utiliza contenidos simples, prácticos y de valor.
3- Organiza y agenda correctamente tus horarios de trabajo y la cantidad de horas que le vas a dedicar, incluso sin depender de una estructura formal.
4- Conoce tu público objetivo, sus intereses y elabora estrategias, de acuerdo con sus necesidades.
5- Mantén tus herramientas actualizadas, para generar una buena experiencia en los clientes.
6- Trabaja con seriedad y responsabilidad.
7- Promociona fundamentalmente materiales online, pero también aprovecha las posibilidades del medio offline.
8- Produce contenido con las ventajas del producto y crea videos informativos y educativos, para atraer a más personas.
9- Dedica tiempo para buscar datos útiles.
10- Infórmate todo lo que puedas sobre el funcionamiento de los programas de afiliados.
Además de esos consejos, no puedes olvidar que todo es parte de un proceso que lleva su tiempo. Por lo que es normal que un afiliado comience y, por algún período, tenga bastante trabajo, pruebas de ensayo y error, y búsqueda de datos e informaciones que lo obliguen a hacer cambios en las estrategias y técnicas, hasta ver un resultado positivo. Eso quiere decir que dos características de la personalidad imprescindibles en un afiliado son la paciencia y la persistencia. Porque como todo negocio, para llegar a ser bueno y generar ganancias, debe pasar por varias etapas previas.
¿Qué te está pareciendo la profesión del momento? Si todavía no te aventuraste, estás en el momento de desafiar tu capacidad creativa y ganar dinero con un programa de afiliados.